05 abril 2009


Con la choreza de los que han vivido entre barrios y puertos, Eduardo Emeterio Parra Sandoval había desafiado y esquivado a la muerte una y otra vez en los últimos dos años. "Dicen que me voy a morir luego, según el médico. Pero yo no le hago ni caso", insistía porfiado en agosto de 2008, en uno de sus últimos cara a cara con la prensa.

Pero ayer perdió el gallito: el cuarto hermano de la dinastía Parra falleció a las 14:15 horas en su departamento de Macul, a los 90 años y acompañado por su esposa, Elizabeth Castro, y su hija, Clarita. Según el médico tratante, Rodrigo Poblete, la muerte se debió a un shock séptico secundario o de neumonía aspirativa. Una serie de complicaciones cardiacas y respiratorias que brotaron con fuerza desde 2007 y que lo mantuvieron en estado crítico desde el 19 de febrero pasado, cuando ingresó a la clínica de la Universidad Católica.

Sólo el 26 de marzo, el artista fue dado de alta con la secreta intención de pasar sus últimos días en su hogar. Pero a su estilo: hasta el pasado martes, aún hablaba, le declaraba amor a su esposa y pedía agua y comida. "Pero después entró en un estado de inconsciencia, hasta que se fue en el sueño. Muy tranquilo y junto a sus seres queridos", cuenta su hija Clarita.

Un sutil simbolismo de un artista que precisamente forjó su popularidad gracias a sus lazos familiares. Nacido el 29 de junio de 1918 en Chillán, el "Tío Lalo" fue parte de la primera y más gloriosa generación del clan Parra (ver recuadro). Junto a su hermano Roberto -a quien superaba por exactos tres años- trabajó lustrando zapatos y limpiando tumbas, para luego cantar en bares y circos sureños. Pero Nicanor intentó el gran giro: en 1930, el antipoeta lo llevó a Santiago para que estudiara en el Internado Nacional Barros Arana, desde donde lo echaron. Resultado: volvió a unirse a Roberto para actuar en locales capitalinos con el repertorio de valses, boleros, jazz de escasa ortodoxia y cuecas guachacas que construyeron su impronta.

Tras la muerte de su hermano en 1995, la figura de "Lalo" Parra se revitalizó y pudo gozar de años de protagonismo en solitario, gracias al rescate de bandas como Los Tres. No son pocos los que piensan que su popularidad está más basada en cierta chilenidad que transmite su personaje que en su obra, desperdigada y casi desconocida masivamente. Mario Rojas, cuequero y experto en el tema, adhiere: "Con la muerte de Roberto, su vacío lo asumió 'Lalo' como una especie de posta. Él cargó un rol doble".

El velorio del folclorista comenzó cerca de las 20:30 horas y continuará hoy en la iglesia de la Divina Providencia. Hasta ahí llegaron Dióscoro Rojas, "Bombo" Fica y Pedro Messone. Mañana será trasladado al patio de los artistas del Cementerio de Chillán, donde también descansan Claudio Arrau y el tenor Ramón Vinay.

Un linaje dorado

Hijo de Nicanor Parra Parra y Clarisa Sandoval Navarrete, Eduardo Parra fue el cuarto hermano luego de Nicanor, Violeta e Hilda, y mayor que Roberto, Lautaro, Elba y Óscar. A los 17 años se casó con Clara Moreno, con quien tuvo dos hijos, Francisco y Clarita. Esta última se convirtió en una destacada voz folclórica en los 90. En total, el artista tuvo cuatro matrimonios y siete hijos.

Los inicios

La estrecha relación con sus hermanos fue clave para su formación artística. Junto a Roberto y Violeta (con ella, en la foto) formaron el clan más unido dentro de su familia.

Al extranjero

En 1957 sufre su primer golpe: enviudó de su primera mujer, Clara Moreno, y se fue a Argentina a vivir durante siete años con sus hijos, Clarita y Francisco.

Felices

Una de sus enfermeras, Elizabeth Castro Riquelme, se convirtió en su última esposa. Cuatro décadas los separaban y se casaron en 2002, cuando él tenía 83 años.

Reconocimiento

Aplaudido por las nuevas generaciones, su último gran tributo fue el 29 de junio de 2008, cuando 4 mil personas se juntaron por su cumpleaños 90 en el Caupolicán. Se llenó de músicos y actores.

Para escucharlo

"Peineta" (1998)

Los Tres tributan a Roberto y a Eduardo Parra, quien se la juega con tres temas y reflota para los jóvenes.

"Estoy llegando a los 80" (1998)

Cuecas choras, valses y jazz guachaca para un disco, con Los Churi Churi, banda que integraba su hija.

"80 son las razones" (2002)

Repasa su repertorio con admiradores como Javiera Parra y Joe Vasconcellos.

"Estoy sorprendido con la noticia. Sólo diré un comentario chillanejo que él bien conocía: 'No lo llore más comadre, que el compadre sabe lo que hace: la delantera no más nos lleva'. Después hablaremos de mi relación con él. Centrémonos mejor en mis palabras anteriores. ¡Pucha la payasada!"

Nicanor Parra
Hermano mayor del "tío Lalo" ante la muerte del músico.



les dejamos la web oficial del tio lalo para que puedan revisar su obra

http://www.eduardoparra.scd.cl/

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